Nació en Suiza en 1901 y murió en 1966. Su padre, Giovanni Giacometti fue pintor impresionista y su padrino Cuno Amiet fue fauvista.
Estudió pintura, dibujo y escultura en la Escuela de Bellas Artes de Ginebra, y en 1922 se trasladó a París para estudiar en la Académie de la Grande Chaumière en Montparnasse. Entró en contacto con el cubismo y con el surrealismo. Y a partir de 1927, cuando su hermano Diego se convirtió en su ayudante, comenzó a exponer sus esculturas surrealistas en el salón de las Tullerías. En Montparnasse conoció a artistas como Joan Miró, Max Ernst y Pablo Picasso.
Entre 1935 y 1940, Giacometti centró su atención en esculpir cabezas, sobretodo en la mirada de éstas. Su siguiente etapa artística fue la estilización de las figuras.
Durante la Segunda Guerra Mundial vivió en Ginebra, donde conoció a Annette Arm. En el 46 regresaron a París, y tras su boda comenzó su fase artística más fructífera. A partir de los 50, empezó a trabajar con bronce, ya que se había convertido en un material accesible. En 1962 recibió el gran premio de escultiura de la Bienal de Venecia.
Retrato de Giacometti
El libro está escrito por James Lord, durante las dieciocho sesiones que posó para Giacometti. A escondidas iba apuntando el día a día con el artista, para más tarde redactar el libro. A través de él, tenemos una idea más cercana de la personalidad del artista. James Lord nos va contando las conversaciones que tienen, descubriéndonos las ideas, pensamientos e inquietudes de Giacometti.
Alberto Giacometti, es un hombre contradictorio, que pelea el retrato sin cansancio, haciéndolo y deshaciéndolo un día tras otro. Sin embargo, hay momentos en que ve todo mucho más claro, y se ve más cerca de la obra final.
A lo largo del libro, el artista nombra a otros pintores con los que se identifica, como Cézanne.
Estudió pintura, dibujo y escultura en la Escuela de Bellas Artes de Ginebra, y en 1922 se trasladó a París para estudiar en la Académie de la Grande Chaumière en Montparnasse. Entró en contacto con el cubismo y con el surrealismo. Y a partir de 1927, cuando su hermano Diego se convirtió en su ayudante, comenzó a exponer sus esculturas surrealistas en el salón de las Tullerías. En Montparnasse conoció a artistas como Joan Miró, Max Ernst y Pablo Picasso.
Entre 1935 y 1940, Giacometti centró su atención en esculpir cabezas, sobretodo en la mirada de éstas. Su siguiente etapa artística fue la estilización de las figuras.
Durante la Segunda Guerra Mundial vivió en Ginebra, donde conoció a Annette Arm. En el 46 regresaron a París, y tras su boda comenzó su fase artística más fructífera. A partir de los 50, empezó a trabajar con bronce, ya que se había convertido en un material accesible. En 1962 recibió el gran premio de escultiura de la Bienal de Venecia.
Retrato de Giacometti
El libro está escrito por James Lord, durante las dieciocho sesiones que posó para Giacometti. A escondidas iba apuntando el día a día con el artista, para más tarde redactar el libro. A través de él, tenemos una idea más cercana de la personalidad del artista. James Lord nos va contando las conversaciones que tienen, descubriéndonos las ideas, pensamientos e inquietudes de Giacometti.
Alberto Giacometti, es un hombre contradictorio, que pelea el retrato sin cansancio, haciéndolo y deshaciéndolo un día tras otro. Sin embargo, hay momentos en que ve todo mucho más claro, y se ve más cerca de la obra final.
A lo largo del libro, el artista nombra a otros pintores con los que se identifica, como Cézanne.
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